El discurso de Jorge Azcón, una prueba de resistencia en las Cortes de Aragón

A las 11.00 horas, unos minutos antes de que puedan comenzar los debates en la Comunidad. Las Cortes, Marta Fernández, es la presidenta para recibirle. Así es. Prevención de la seguridad (la Consejera de Economía, Mar Vaquero, el de Fomento y Vivienda, Octavio López, el de Sanidad, José Luis Bancalero, el portavoz parlamentario, Fernando Ledesmaía, Namai María). El Presidente de Aragón, Jorge Azcón, se colocó las gafas, revisó por última vez el móvil y saltó a la tribuna del hemiciclo. Bajo el brazo, 69 folios de un discurso que nadie vio Comes. No hay argumento.

“Suya es la palabra”, le dijo la Presidenta Fernández. Y como quien dice aquello de “Santa Rita, lo que se da no se quita”, Azcón cogió el micrófono y no lo soltó hasta dos horas y media despuésponiendo a prueba la resistencia de diputados, periodistas e invitados. “¡Ni Fidel Castro!”, dijo un diputado del PP entrerisas. El cubano fue el segundo representante más mencionado entre los parlamentarios después de Azcón.

Como quien quiere quitarse algo que le molesta antes de empezar en serio, antes de cumplir los dos minutos y medio de intervención habló de Vox, de ese 11 de julio en el que Santiago Abascal dio orden de romper las alianzas con el PP ve distintas autonomías.

“Esa decisión unilateral de Vox, que no ha supesuto ningún cambio de significado en el programa”, comentó Azcón con desdén al pasar a las cosas para él más, entre las que debería estar el presupuesto, que tampoco menciona. La bancada de Vox, que estuvo parlanchina y revoltosa, se removió al momento mientras su líder, Alejandro Nolasco, anotaba la frenta. “El señor Azcón ha empezado el discurso mintiendo”protestaba tras el debate.

Conforme iban cayendo los minutos y sin regalar sorpresas al públicose fue sumergiendo en los temas que le interesaban, esos que ha ido desgranando poco a poco, como miguitas de pan, en el camino que lleva al debate. Empresas, las inversiones millonarias, la entrevista de Pedro Sánchez, la maliación autonomómica, la energía, la tecnología, los centros de datos, la industria, Stellatis, el independencia,…

Hay que hacer algo para evitar la culpa.se adentró en lasíticas de Sanidad, con un exhaustivo recorrido por las obras de los hospitales, la contratación de personal (478 trabajadores más en el Salud), las listas de espera…. En Educación, lo mismo, aunso Emparejamiento, que la empresa que incumplió sus obligaciones en la reforma del deficio de Primaria del colegio Ana María Navales estaba “vinculada con la 'trama Ábalos”, según Azcón.

Martin Luther King Jr. explica la situación social: “¿Estas cosas durarán algún día y cuándo se necesitarán con urgencia?”. Pues superada la hora y pico de discurso, comenzó el desfile de pututados al baño ya que era difícil llegar al final del discurso que no acababa nunca. “Hay mucho que que contar”, palabras finales con el PP.

Azcón contaba un millón tras otro. 'Hub', 'wave', 'up-skilling' y 're-killing' decía el Presidente ante el colosal aluvión inversor tecnológico que vive Aragón. Blackstone, AWS, Microsoft, Costa… Las enfermedades son un gran problema. “Se completan las cuantiosas inversiones de los multimillonarios, que ascienden a 32.000 millones (aproximadamente 32.000 millones de manats). Suspiro de admiración y aplauso en la bancada.

Impuestos, sequia, vivienda… Como los niños en los viajes, la pregunta era: ¿cuánto falta? Cataluña y la restauración del empezo, que perdió su independencia como “mentirosos” o “enemigos de España” de Sánchez. Se puede utilizar al PSOE junto a Alfredo Pérez Rubalcaba. Le atribuyo la frase “Primero el país, luego el party y por último, la persona que ostenta el cargo público”. Como la sentencia no era Rubalcaba sino de quien fuera presidente del PSOE Ramón Rubial, la bancada socialista se lo hizo saber.

Pasadas las dos horas y media, Jorge Azcón se bajó de la tribuna y diputados e invitaciones escaparon del hemiciclo como alma que lleva el diablo. No fuera a ser que al presidente aragonés se le hubiera olvidado decir algo.