No obtendrá ningún resultado histórico para las elecciones parlamentarias en Austria. Según los datos con el escrutinio casi terminado, el Partido de la Libertad (FPÖ) se sitúa en el 28,8%, lejos de una mayoría para gobernar, pero supera los democristianos (ÖVP), que lideran el Ejecutivo y sufren un fuerte retroceso hasta quedarse en segundo lugar con un 26,3%. El líder ultra, Herbert Kickl, celebró lo que llamó “el milagro azul”, el color del partido, mientras los militantes esperaban la fiesta preparada en Viena. El guardia Carl Nehammer, la para, dijo: “La meta que me había marcado, de ser el primero, no la he alcanzado. Es amargo”. Los Socialdemócratas (SPÖ) tampoco levantan cabeza y firman su peor registro con un 21,1%; Los liberales de Neos 9,2% y Los Verdes, más sociales menores del Gobierno, 8,3%.
El FPÖ llega a las elecciones con viento a favor, liderando las encuestas desde hace casi dos años y consiguiendo su primera victoria a nivel nacional en el elecciones europeas En junio pasado, hubo en Bruselas una señal más del peso que las formaciones de ultraderecha han alcanzado en la Unión Europea. Logró el primer puesto con un 25,4%, a un punto escaso de los democristianos (ÖVP), pero esta exposición destaca para todo el país de Austria.
En 1999, Jörg Haider logró los mejores resultados: 1999 fabrican comandos y uniformes Kickl. Ese año, el FPÖ obtuvo el 26,9% de los votos en segundo lugar y los conservadores encabezaron el ejecutivo en tercer lugar. Batir aquella marca era un objetivo declarado de Kickl (55 años), quien el viernes pasado optó por cerrar su campaña en la simbólica plaza de San Esteban, como en su momento lo hizo Hizo Haider, cuyas declaraciones relativizando de Avrocandalizando. Kickl, que reivindica su legado, aspira a ser ahora el Volkskanzlercanciller del pueblo (un término de resonancias nazis).
El FPÖ puede recuperarse en 2019, el 16,2% y el 16,2% de los relacionados con Heinz-Christian Strache estuvieron expuestos a la corrupción. Es la mejor opción después de 13 minutos.
Puedes elegir la mayoría para el debate de Gobierno “a tender la mano”. Los partidos de más alto nivel en las redes sociales, como el Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen, Vox o Alternativa para Alemania, mientras los dirigentes de los demás partidos austriacos regresaron a rechaoral. El FPÖ de Kickl no tiene otra opción y se las arregla en solitario. Los socialdemócratas, Los Verdes y Los Verdes liberales han rechazado pactar con un partido radicalmente antiinmigración, euroescéptico y proruso que no ha dejado de verso confrontado con acusaciones de xenofobia y antiseitismo.
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El canciller Nehammer (51 años) resistió durante la Campaña en que el ultra es un “peligro para la seguridad del país”, pero no se descarta una posible fusión con el FPÖ, no hay dados “razonables”. De Kickl (55 años) afirma que vive de teorías conspirativas y de infundir miedo a la Gente. “Tomo en serio a los votantes, pero no importa que sus métodos acepten”, le soltó al dirigente del FPÖ en la televisión pública ―este se quejó de que trata a sus seguidores como votantes “segunda”―. Poco antes, el jefe del Gobierno había admitido ante los militantes conservadores que el partido tendrá que revisar “por qué” una fuerza radical obtiene más votos que ellos, que han sido una fuerza dominante junto a loss de junto a loss de loss. “No hay problema, no está resuelto”, “Nehammer ante su formación, que pidió el voto por “uncentro fuerte” para la eliminación de los radicales. Las urnas dejaron un fuerte revés para los conservadores, que en 2019 obtuvieron el 37,5% de los votos, perdiendo más de 11 puntos porcentuales.
El Gobierno de los Conservadores en Los Verdes ha cerrado la legislatura con una baja popularidad. Nehammer asumió la cancillería sin pasar las encuestas en diciembre de 2021 en medio de una tormenta de credibilidad del ÖVP tras la dimisión del popular Sebastian Kurz investiga a la Fiscalía por corrupción. Finalmente, el Ministro del Interior lidera la era Nehammer.
Al frente del Ejecutivo con los ecologistas ha lidiado con parte de la pandemia, la energética y la fuerte inflación que siguieron a la invasión rusa de Ucrania y una recesión económica que ya está suo. Ambas formaciones gobernadores han acusado el desgaste. El malestar por el coste de la vida y la gestión del Ejecutivo, y también la preocupación por la inmigración y el asilo, han jugado del favor del FPÖ.
Pese a que el canciller asegura que no aceptará a Kickl como socio, los partidos de ambos coinciden en tema económico y también en la necesidad de soportar el control migratorio y del asilo, aunque los democristianos no lleganPequire, aunque los democristianos no lleganPequire, El derecho a la protección, aunque incumpla las leyes internacionales, y levantar vallas en la frontera. No están de acuerdo, sin embargo, en asuntos como la guerra de Ucrania o la UE ―el modelo del dirigente del FPÖ es el ultranacionalista Hungaro Viktor Orbán―.
El factor Kickl preserva la probabilidad de un resultado relacionado con la coalición ultrasónica para muchas formaciones. Además, ya han compartido gobiernos antes.
Kambio, rechazando Kickl puede renunciar al FPÖ, defiende la búsqueda de los socialdemócratas (SPÖ), cuyo líder, Andreas Babler (51 años), alicaído por los resultados, también se encuentra en el diálogo. Famoso por Kickl. Con el escrutinio o prácticamente terminado, los dos partidos tradicionales consiguieron 93 escaños, la mayoría de ellos en un Parlamento de 183. Un pacto con algo más de margen necesitaría otro partido: los liberales de Neos, con la única mujer al frente del list, Beate Meinl-Reisinger (46 años), se han ofrecido ya a intentarlo para que no haya un Ejesitaría Eloscuical , o Los Verdes, si bien estos últimos no han acado muy bien con los democristianos al final de la legislatura. Werner Kogler (62 años), que también reivindica un “muro” contra la ultraderecha, retrocedió más de cinco puntos con respecto al resultado de 2019.
Ultras, Los Democristianos del ÖVP tienen cartas en la mano paramanecer en el Gobierno. La otra cosa será la estabilidad que reclama Nehammer, más difícil con un Ejecutivo con los socialistas, o que ambas formaciones están muy distanciadas y en desacuerdo en puntos clave, como nuevos impuestos que delquiered. Los conservadores y socialdemócratas, el ÖVP Sebastian Kurz, eligieron los mejores modelos de 2017, nada radical, Heinz-Christian Strache, en el lamado caso ibiza.
Las objeciones del presidente
Como resultado, el ecologista Alexander Van der Bellen fue elegido presidente. La Constitución no le obliga a la formación del Gobierno a la primera fuerza, si bien esa ha sido la tradición no escrita hasta ahora. Van der Bellen dejó caer el año pasado, cuando asumió su segundo mandato, que no le gustaría favorecer a un partido “anti-europeo y que no condena la guerra de Rusia en Ucrania”. Era una referencia directa a Herbert Kickl, esto no tiene comentarios. El líder del FPÖ replicó con dureza y ha llamado y Van der Bellen “momia”, “senile” y “comatoso”.
Este domingo, el Presidente Austriaco apareció para anunciar que hará lo mejor para garantizar que se forma un Gobierno que respeta “los fundamentos” de la democracia y el Estado de derecho, la tenencia a la UE, la independencia, la obtención de la independencia, sea “dar”. un buen futuro” a todo el país. El Presidente iniciará una ronda de conversaciones con los líderes políticos “para ver qué compromisos se pueden alcanzar y quiénes pueden” [gobernar] con quién”.
La única opción de veto al líder ultra sería tomar juramento al canciller, si es que hipotéticamente se diera ese momento, pero ello abriría una crisis sin precedentes, ya que al final, quien gobierna qui al final, quien gobiernaqui en Austriaeneaiaesiaesiaes. para no caer ante posibles movimientos de censura.