ALDEALIX, a project providing renewable energy to Galician villages

Según un informe de 2023 del Banco de España, la dependencia energética española antes de la pandemia (2019) alcanzaba el 70%, lo que implicaba un gasto del 2,5% del PIB del país en compras energéticas externas (Gas Natural, Petróleo y derivados principalmente). Este contexto fue agravado por la guerra entre Rusia y Ucrania como consecuencia de las resultantes subidas del precio de los combustibles fósiles. Debido a esta casuística, el desarrollo de proyectos piloto a pequeña escala, basados en la biomasa, y capaces tanto de valorizar madera local no aprovechable por otros procesos productivos, como de contribuir a la conservación del patrimonio forestal de la región, toma especial sentido como estrategia para reducir el impacto ambiental negativo y conseguir implantar, progresivamente, un modelo energético sostenible.

Además, tanto en Galicia como en Portugal, en los últimos años se ha producido un incremento de las tierras de cultivo abandonadas especialmente en las zonas más rurales, llegando incluso a alcanzar cifras similares al de las tierras cultivadas. Muchas de estas tierras presentan condiciones excelentes para su explotación como tierras de cultivo y de generación de recursos forestales aprovechables con fines energéticos. Cabe destacar que las problemáticas existentes son comunes en la mayoría de las aldeas situadas a ambos lados de la frontera; estas se caracterizan por: un alto índice de abandono de terrenos; una baja densidad de población, una elevada media de edad; una economía con una baja capacidad para la fijación de población; unos terrenos con alto riesgo de incendio forestal; un área con alto valor patrimonial y medioambiental que deben ser protegidas.

A todo ello se une la necesidad de avanzar en el proceso de descarbonización y de transición energética, también en el rural. La puesta en marcha de nuevas formas de valorización de los recursos naturales locales, como es el caso de la biomasa en Galicia, genera nuevas oportunidades de desarrollo socioeconómico en los entornos rurales. Por otra parte, el impulso de energías renovables como fuente energética local hace más atractivo el asentamiento de población en los entornos rurales, lo que contribuye a luchar contra la despoblación, tan marcada en la Eurorregión.

En este contexto nace el proyecto ALDEALIX, que tiene como uno de sus objetivos principales poner en valor, revalorizar y potenciar el uso de recursos forestales con fines energéticos a través de la implementación de Comunidades Energéticas Rurales (CER) basadas en el uso de energías renovables procedentes de biomasa forestal. El foco se encuentra en las aldeas de zonas transfronterizas (Galicia-Norte Portugal), donde se está promoviendo la implantación de redes de calor mancomunadas impulsadas por biomasa, con el fin de aprovechar las fortalezas y oportunidades locales para resolver las necesidades energéticas de las aldeas a través de fuentes de energía renovables. Este enfoque permite a su vez contribuir: a la valorización de zonas rurales, a la disminución del riesgo de incendios, a la reducción de las emisiones netas de carbono a la atmósfera, y a la protección de tierras de elevado valor en cuanto a biodiversidad.

Así mismo, el proyecto ALDEALIX impulsa un enfoque colaborativo para abordar la transición ecológica y energética, así como la adaptación al cambio climático del espacio transfronterizo, con el fin de obtener una solución integradora y resiliente, que permitan la gestión sostenible y la revaloración de los recursos energéticos renovables locales. Por esta razón, además de fomentar el uso de biomasa como fuente de energía térmica, también se promueve la producción de electricidad mediante la instalación de placas fotovoltaicas, de forma que se incida en todas las necesidades energéticas de las CER. Colateralmente, el proyecto busca contribuir al reto demográfico, haciendo más atractivo la residencia en entornos rurales ofreciendo una solución que supone una ventaja competitiva económica y sostenible frente a los tradicionales sistemas basados en energías fósiles.

Por otra parte, debemos destacar que el proyecto persigue el diseño de una solución escalable y replicable que permita adaptarse a los distintos condicionantes de las aldeas de la eurorregión. Además, ALDEALIX se complementa perfectamente con las Aldeas Modelo promovidas por la Ley 11/2021 de recuperación de la tierra agraria de Galicia, impulsando su eficiencia energética, sostenibilidad y su dinamización económica. Este es el caso de la Aldea Modelo de Infesta (Monterrei), donde se desarrollará uno de los 4 pilotos del proyecto junto al de Cerdedo-Cotobade, Arcos de Valdevez y Vila Pouca de Aguiar, y en la que gran parte de los vecinos de la población se han unido en una comunidad energética que contará tanto con una red de calor impulsada por la biomasa local, como con una instalación fotovoltaica compartida.

El consorcio del proyecto ALDEALIX, financiado por el programa Programa Interreg España-Portugal (POCTEP) 2021-2027, está liderado por la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (AGADER), y tiene como socios a XERA (Axencia Galega da Industria Forestal), Concello de Monterrei, Concello de Cercedo-Cotobade, Municipio de Arcos de Valdevez, Municipio de Vila Pouca de Aguiar, Comunidad intermunicipal de Alto Tâmega e Barroso y el Centro Tecnológico EnergyLab.

De entre todas las actividades que se desarrollan en el proyecto, la participación del centro tecnológico EnergyLab destaca especialmente en tres de ellas. En primer lugar, se ha abordado la falta de conocimiento para la puesta en marcha de estas entidades. Este punto es especialmente importante desde el punto de vista legal, ya que el concepto de Comunidades Energéticas solo se encuentra parcialmente traspuesto al marco jurídico español desde las correspondientes Directivas Europeas (2018/2001 y 2019/944), lo que puede crear dudas acerca de su forma de aplicación. Para solventar esto, próximamente se publicará en la web del proyecto una guía que orientará a las futuras CER en la selección de la forma jurídica más adecuadas en función de las actividades en las que se quieran involucrar y de su estructuración interna, así como, el procedimiento necesario para su constitución. La segunda actividad a resaltar es la difusión del conocimiento adquirido a lo largo del proyecto a través de la creación de una Red Transfronteriza de Intercambio de Información, que englobará toda la cadena de valor del ámbito de las CER, incluyendo la valorización de la biomasa forestal, la lucha contra los incendios forestales o la adaptación ante el cambio climático. Esta red se complementará con una Oficina Transfronteriza de Asesoramiento y Formación para el impulso de las CER, a través de las cuales se desarrollarán diferentes actividades formativas y divulgativas para todos los tipos de perfiles que quieren impulsar este tipo de iniciativas.

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Si bien las dos primeras actividades están orientadas a la puesta en marcha de las CER, la tercera está concebida para facilitar la gestión de las organizaciones una vez ya estén en funcionamiento. Con este fin, actualmente se está creando una plataforma de gestión integral, adaptada a todo tipo de usuarios, que permitirá administrar el día a día de la CE, desde la organización social, hasta los balances económicos, pasando por ofrecer recomendaciones de uso personalizadas a los usuarios y gestores para optimizar el autoconsumo energético de toda la comunidad. Esta última capacidad es una de las más innovadoras del proyecto, ya que empleará técnicas de Inteligencia Artificial (IA) para predecir la energía que consumirán los distintos usuarios o cuanta energía producirán las instalaciones comunitarias, y consecuentemente, empelar modelos de toma de decisión que permitan recomendar en cada momento cuando almacenar, auto-consumir o verter a red la energía producida. Estos recursos propiciarán las herramientas necesarias para reducir de forma continua y colaborativa el consumo energético de la CE, y por lo tanto maximizar la rentabilidad económica de sus iniciativas.