Rusia lucha por defenderse de la profunda incursión de Ucrania

El ejército ruso dijo que “continúa rechazando” la incursión transfronteriza de Ucrania en la región occidental de Kursk, un ataque sorpresa que ya va por su cuarto día.

El Ministerio de Defensa de Rusia dijo que Ucrania había perdido más de 280 soldados en las últimas 24 horas, una afirmación que no ha sido confirmada de forma independiente.

Los informes sugieren que las tropas ucranianas están operando a más de 10 kilómetros (seis millas) dentro de Rusia, el avance transfronterizo más profundo de Kiev desde que Moscú lanzó una invasión a gran escala en febrero de 2022.

Ucrania no ha reconocido abiertamente la incursión, pero el presidente Volodymyr Zelensky dijo el jueves que Moscú debe “sentir” las consecuencias de su invasión.

Mientras tanto, 10 personas murieron y 35 resultaron heridas en un ataque ruso a un centro comercial en la ciudad ucraniana de Kostiantynivka, cerca de la línea del frente en la región de Donetsk, dijo el ministro del Interior ucraniano, Ihor Klymenko, en su canal de Telegram.

También resultaron dañados edificios residenciales, tiendas y más de diez automóviles, añadió.

La noticia del ataque llegó horas después de que el ejército ucraniano dijera que había atacado un aeródromo militar en Rusia durante la noche, destruyendo un almacén que contenía cientos de bombas de racimo.

El ataque a la base aérea de Lipetsk, a más de 350 kilómetros de la frontera con Ucrania, es el tipo de operación que Kiev quiere llevar a cabo desde hace algún tiempo.

Estas son las mismas herramientas con las que Rusia ha aterrorizado continuamente a pueblos, ciudades y posiciones militares ucranianas durante la mayor parte de su invasión.

El comunicado militar también afirma que el aeropuerto es conocido por albergar aviones de combate rusos Su-34, Su-35 y MiG-31.

Las autoridades regionales de Lipeck anunciaron que ya está en vigor el estado de emergencia en la zona y confirmaron detonaciones en una “instalación de infraestructura energética”. Los residentes de cuatro pueblos cercanos fueron evacuados.

En una declaración del martes, el Ministerio de Defensa ruso dijo que sus fuerzas estaban repeliendo “un intento de las fuerzas armadas ucranianas de atacar el territorio de la Federación Rusa”.

Se dice que Rusia está utilizando aviación y artillería, logrando reprimir “intentos de ataque de unidades enemigas”.

El martes se declaró un “estado federal de emergencia” en la región de Kursk, una medida que subraya la gravedad de la situación actual.

Rusia dijo que hasta 1.000 soldados ucranianos, respaldados por tanques y vehículos blindados, ingresaron a la región de Kursk el martes por la mañana.

A pesar del despliegue de tropas de reserva y de la orden de evacuación, Rusia no ha podido frenar el impulso de este avance ucraniano.

Esto es más que los ataques de investigación que hemos visto en el pasado. Se cree que cientos de soldados con vehículos blindados han llegado a un radio de 10 kilómetros del territorio ruso.

Fue un ataque que conmocionó al ejército ruso y al Kremlin. Durante los últimos 18 meses, Moscú ha dictado la dinámica de esta guerra.

Ahora tiene que frenar este ataque, así como las críticas internas de que no lo impidió en absoluto.

A pesar de las preocupaciones occidentales de larga data sobre la escalada, el consenso entre los aliados de Ucrania es que la operación cae dentro de su derecho a defenderse.

Aunque todavía no ha mencionado directamente el ataque, el presidente Zelenskiy dijo en un discurso en vídeo el jueves por la noche: “Rusia ha traído la guerra a nuestro país y debería sentir lo que ha hecho”.

Pero con sus fuerzas ucranianas todavía superadas en número por las rusas en el campo de batalla, la línea entre un golpe maestro y un error de cálculo es fina.