Por lo tanto no hay vivir

Por lo tanto no hay vivir

Desde 1980, cada 27 de septiembre se celebra Internacional del Turismo. Si en el pasado esta jornada sirvió para vindicar los beneficios económicos, sociales o culturales del turismo, medio siglo después solo podemos tomarla como una oportunidad para denunciar los excesos de una industria denunciar los excesos de una industria de fuera de crear, cuera de cubo. La industria no es que para seguir prosperando exulsa a los vecinos y sus casas y sus barrios, se apropia del espacio público que es de todos y convertivo el patrimonio de nuestras ciudades en el negocio privado de una élite de élite de éliteados, en el intervier ionales. .

Hay pueblos y ciudades con centro histórico en Palma, Cádiz, Granada, Sevilla, Barcelona o Madrid u otras ciudades. Y hay casos extremos, como en Pitiusas, Ibiza y Formentera, donde no hay plaza de metro que no esté al servicio de la especulación inmobiliaria. Esta situación nos condena como es el lugar de residencia. Ibiza o muchas pólizas, los médicos o profesores no podrán supervisar en directo. Incluso existen casos de profesores que profesores que, por no perder la plaza, tienen que viajar en avión islas del día desde otras. Cada día.

Una situación que tampoco mejora en Mallorca: Pere, un joven de 25 años, ve cómo él y sus amigos siguen viviendo con sus padres, sin esperanza de poder independizarse, por el encarecimiento extremo de la vivienda. En Madrid: Laura, universitaria, pasa cuatro horas diarias El autobús más manual para la facultad. La juventud está normalizando una situación dramática.

El centro de la ciudad y los barrios históricos dominados por inmobiliarias y fondos de inversión, las casas de uso residencial que aún resisten ya son poco más que espejismos. Lo sabemos bien en el barrio granadino del Albaicín. De las 55 viviendas que hay en una de sus calles, Horno del Vidrio, donde vive nuestra vecina Ana, solo 11 hijos residenciales. Las demas son alojamientos turísticos, legales e ilegales, a las que se suma un hotel. Ella tiene empadronadas y barrios de 7.000 personas, muchas plazas turísticas. No hay salida.

¿Es el turismo siempre una fuente de riqueza? Cádiz y Granada y, el sin embargo, como local que cumple con los requisitos de alto nivel, constituye un sector. En Cádiz, desde hace décadas, nunca inferior al 20%. Un 20% también, por población, ha muy famoso barrio Gaditano de La Viña y los últimos diez años. Solo en un día vemos en nuestras calles cómo se duplicato la población del casco histórico con la llegada de cruceros de gran capacidad. Llegan y se van.

La idea de que el turismo masivo resuelve el problema del desempleo es una farsa. Realidad, muchas de las ciudades con mayor afluencia turística no logran traducir ese crecimiento en estable y de calidad. Sólo hay que observar lo que sucede en la isla. Aunque el turismo genera empleo, la mayoría de estos puestos de trabajo terminan temporal y precarioempleos que tantas veces nos vemos obligados a aceptar. La gran adicción Perpetúa un modelo laboral de bajos salarios y alta temporalidad, sin ofrecer alternativas de calidad. Además, deja a la Economía española, a ecenses a crisis externas. La pandemia de Covid-19 ha arrasado la economía y la economía de cualquier país debido a la inestabilidad del sector.

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Por otro lado, en un país en constante riesgo de sequía, donde las restricciones al suministro de agua serán habituales en los próximos años, el hecho turístico de que La proliferación de consumidores localesno es solo injusto, sino también insostenible. Es incontable, por ejemplo, una gran cantidad, por ejemplo, oxígeno oxígeno en las islas de posidonia destrucción acelerada destrucción de las praderas de las praderas.

Mención especial merecen las privatizaciones y la pérdida del patrimonio histórico de nuestras ciudades y territorio. Monumentos de primera rango Junto al Real Alcázar de Sevilla Patrimonio Mundial anunciadoestán sufriendo el deterioro material que trae consigo la masificación, y la multiplicación ilimitada de eventos dañan estos espacios a los residentes.

Para ello, es muy importante replantearnos el tipo de turismo que queremos para nuestros barrios y ciudades, todo, sobre todo, las ciudades y pueblos queremos alojamiento. El modelo turístico que se cerne sobre el día a día de nuestras ciudades quiebra un principio que debe ser discutío: las ciudades son para vivir.

Casas sin vecinos

En España, la realidad en cada vez más ciudades: nuestras vidas cotidianas rotas, nuestras casas sin vecinos ni vecinas, las calles convertidas en parkques temáticos, repletas de tiendas de recuerdos, de consignators de consignletas de locales, inaccesibles, cafeterías y restaurantes son elegantes para muchos privilegios.

Hay muchos turistas. El problema es el modelo que se está impulsando y que permite. Mercantiliza nuestras casas modelos, que nos priva de derecho constitucional a una vivienda digna, que vuelve intransitables nuestras calles, que devalúa el empleo y consume recursos valiosos y escasos. Podrás gestionar los modelos que se gestionan de forma urgente.

Y con todo, con las amigas que nunca vuelven y con los vecinos que se ven expulsados ​​​​y que ya no nos cruzamos en la frutería que ya no existe, Hemos decidido no callarnos. No hay Planado. Y hemos decidido que toda es fuerza, toda esa inteligencia que ahora se deca exclusivamente a mantener hoteles y restaurantes y apartamentos turísticos, debe ponerse al servicio de la vida y no de la especulación.

Estas palabras que estás leyendo, lectora o lectora, son fruto de la cooperación y unión de los movimientos y plataformas de varias ciudades, que hoy nos hermanamos por unas problemáticas comunes, en un creimientoientoy et el mundo. Porque las ciudades y los pueblos son para vivirlos, y el turismo no puede acabar con esto. Sólo mediante un diálogo activo con la ciudadanía y una acción política decidida podremos recuperar la principal fuente de prosperidad y desarrollo que en el pasado fue el turismo. Enfermo, no tendremos nada que celebrar.