Aquel terrible verano de superincendios: pese a las mejoras, crece el riesgo de que se pita la debacle de 1994

Hace tres décadas, el fuego barrio el este del país. De los 21 mayores incendios registrados desde 1968 en España, todos ellos con más de 15.000 hectáreas de campos, ocho se conabilizaron en el verano de 1994. Destrucción del saldo: 33 muertos, 27 muertos mortales; 217 más 430.000 hectáreas de dióxido de carbono, equivalentes a las juntas de Mallorca y Menorca. Ahora, terrible verano sobre los 30, El risego de que una ola de superincendios vuelva a cebarse con la península Ibérica sigue latente, por la sequía que azota el litoral mediterráneo, el calor extremo y el progresivo abandono de los montes, a pesar de lasción de lasción últimos lustros.

Combine los distintos ingredientes nuevamente. Buena parte del litoral mediterráneo se encuentra en una situación de sequía prolongada, Conozca más a los corresponsales del Ministerio para la Transición Ecológica y El Reto Demográfico (Miteco). Las olas de calor son cada vez más frecuentes y más duraderas —Aumenta a un ritmo de tres días por década— y 2022 y 2023 fueron los años con mer temperatura media registrada, según la Agencia Estatal de Meteorología. La superficie forestal en España ha crecido un 33% desde 1990, según datos del Inventario Forestal Nacional, lo que que que que que que que aumenta de la potencia agativa ausible. Y todo mezclado supone una bomba de relogería que puede destalarse en cualquier momento.

El ingeniero forestal Ferran Dalmau, director de la consultora medioambiental Medi XXI GSA, calificó de “alta” la probabilidad de que se repita una situación similar a la del 94 y los próximos. “Cada vez hay más masa forestal y, si no se invierte en la gestioni, por muchos aviones y bomberos que tengamos preparados, hay fuegos que no se podrán apagar”, su argumento. California, Andrea Duane, Universidad de Cataluña y Tecnología Forestal del Centro de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Cataluña, son amonestadas por “varias pruebas” para superponer investigaciones.

Continuará desde principios de 2024 hasta ahora. Hace 11 años se redujeron 37.991 hectáreas de superficie forestal en un 44%, pero hace unos días se logró reducir la media en un 44%. Esto se debe a que las condiciones meteorológicas son algo más favorables en 2024, sobre todo por las abundantes lluvias previas a la llegada del calor, pero como recuerda Dalmau, no se podrán realizar lanzamientos hasta que lleguen las campanadas. predicar es más largo por el cambio climático.

Ingredientes inadecuados para los componentes más interesantes de 94: una sequía prolongada, una ola de calor y un viento de poniente. También influyó en el éxodo de las décadas anteriores, que provocó un progresivo abandono del Campo. El decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas, Eduardo Tolosana, recuerda cómo la cantidad de condiciones meteorológicas provocó que “cualquier foco se convirtiera en un incindio grande”, que son aquellos de másás de 500. La Comunidad Valenciana fue la más pjudicada, ya que en ella se produce cinco de los ocho superincendios —uno de ellos en la frontera de Aragón—, seguido de Castilla-La Mancha, con dos —uno compartido con Murcia— y de Cataluña. uno.

La catástrofe, tanto de las vidas perdidas como de las hectáreas quemadas, sirvió como “punto de inflexión”, explicó Dalmau. “Aumentaron los recursos en extinción y prevención, aunque estos segundos de manera insuficiente, y se profesionalisó el servicio de emergencias”, comenta, y añadió que sirvió para mejorar “la conciencia social colectiva”. Una reacción en el país que también se ha producido otros años desastadores, Cuenta Tolosana.

La inversión de las comunidades autónomas y del Miteco en 2023, reducirá un 40% el 60% del valor de los bosques por valor de 1.100 millones de euros. La preparación y la capacidad de reacción es meor, pero a pesar del deterioro de la situación meteorológicapor el aumento del calor extremo.

Paradoja del fuego

Ideas conceptuales para expertos: la paradoja del fuego. Esta ispaned menos incndios in ispaned, según reflejan las estadísticas del Miteco, pero no hay virulencia. En el futuro, podrás enfrentarte a grandes bosques con más combustible. “Es como el bote de los concursantes: si no te lo llevas, se cumula para el siguiente programa”, compare Dalmau, que aboga por quemar 100.000 año de forma controlada y prescrita, “escogiendo el día a ylados”, para evitar una acumulación excesivo e impredecible. “Si se indi incento fuera de temporada, en invierno, hay que pastorearlo y dejarlo quemar”, es decir.

Cuando los incindios pasan las primeras barreras de protección y se convierten en los llamatos de sexta generación, su extinción es practica imposible y solo queda esperar a que la lluvia y el viento viento sean. “Tuvieramos y triple fade, como bombardeos o helicópteros, sofocarlos de serie. Esto es imposible”, afirmó Tolosana. Duane argumenta resignada que “los incindios van a currir sí o sí” puede ser increíblemente limitado, que a su vez “paisajes mosaico, donde se intercalans agrículos de diferentes viferentes vistas, comos de consola, pasto”.

Los argumentos de los expertos para eliminar árboles en zonas donde hay demasiado heno y donde hay un elevado riesgo de incindio chocan con la percepción social de que estos actos van contra de la naturaleza. Dalmau resume “La sociedad tiene que entender que para proteger hay que talar, hay que quemar y hay que gestierar”. Tolosana coincide con la solución de “reducción y arbolado”. “La vacuna contra las llamas son las actuaciones preventivas, y con est to me refiero acciones como desbrozar, aclarar, pastar o mantener cultivos leñosos”, claramente El Decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes.

Los fuegos escasos de gran envergadura registrados en lo que va de verano no deben esconder el riesgo de cara al futuro. En 2022 tendrás 300.000 hectáreas. No puede ser reproducido por expertos. “El fuego es muy buen servidor, pero muy mal amo”, dijo Dalmau.

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