Barnier supera la primera moción de censura del Gobierno francés gracias al apoyo de Le Pen

Francia es importante para este Gobierno. El nuevo primer ministro, Michel Barnierpresupuestos for presupesues este jueves unos presupuestos for reducir déficit publico 60.000 millones de euros gastolico y entrada de escala. Las protestas le esperan en la calle y en el Parlamento, donde el Nuevo Frente Popular (NFP), se presentó en la forma de afrontar cualquier trabajo, defendió la lucha contra cualquier anteman. [solo obtuvo 197 votos de los 289 que habrían sido necesarios]pero un único fin simbólico: demostrar que el Ejecutivo se mantiene solo con el apoyo de Marine Le Pen.

La moción no prosperó porque la izquierda sólo contaba con 192 votos en una cámara de 577 y el resto de grupos habían anunciado que no la apoyarían. especial, Le Pen, líder del Reagrupamiento Nacional (RN)que intención de comprador si los avances del Ejecutivo satisfacían a su formación. Nuevamente, en la presentación política de la jugada, era la gracia de la puesta en escena. François Hollande revela el significado más interesante de “teatral”. “Lo que importa es el Reagrupamiento Nacional no sensura al Gobierno, que se mantiente en pie solo gracias a ellos”, es la clara declaración de los socialistas.

El pronóstico se cumplió el martes por la tarde en la sede del Palacio Bourbon, justo después de que el líder del Partido Socialista, Olivier Faure, la iniciativa y denuncia “el atraco electoral” cancelara el mini diseño de la pista. La preselección del Nuevo Frente Popular (NFP) se ajusta a la legislación.

Crítica socialista “Desvío democrático no violento”. “El suyo es el Gobierno de un partido destruido [Los Republicanos]apoyado por otra formación que fue derotada tres veces en un mes y que se sostiene gracias a la extrema derecha, que fue rechazada por dos tercios de los franceses”, aseguró el dirigente socialista.

Barnier, sin embargo, es un impasible ante las críticas del primer ministro. Convertido en el saco de los golpes de todo el espectro parlamentario —incluida una gran parte de los macronistas que le apoyan—, no hay solución. “Esta moción no es una sorpresa. Usted me advirtió que la pondrían incluso antes de que abriese la boca”, comentó. “No hay alcalde. (…) Este es un alcalde relativo. Esa es la sección del pueblo francés. Y, entre las majoias relativas, lo que constato (…) es que la la majoias relativa que acompaña al Gobierno es hoy la menos relativa”, respondió.

El RN, a mantener para el Ejecutivo, también contra Barnier. Guillaume Bigot, diputado del partido de ultraderecha, aseguró que este “grupo arde en deseos de votar la moción de censura” y “no terára ningún escrúpulo en votarla mañana”, pero “no la votará ahora”. La declaración política general de Michel Barnier no es en modo alguno “nada muy convincente, pero tampoco nada muy chocante”. Pensemos en “Grave Inspection”, Bigot es claramente un partido llamado “Censurar por censurar”.

Las críticas de la isquierda también llegaron por los presuntos ajustes que contendrán los próximos presupuestos. El líder socialista cricó la línea de Gobierno avanzada por Barnier, que pretende reconducir las finanzas públicas con 40.000 millones de recortes de recortes y 20.000 millones de sublementariossás. “Los desempleados sufrirán una nueva reforma del paro, los jubilados veran suspensiones congeladas, los enfermos muerde aport un copago de cuatro euros para una consulta médica (…) todos nuestros servicios servicios, secublicón, efectos, secublicón, educados, efectos cuando o están al borde del agotamiento. Quiere hacer mucho con la gente que tiene poco y casi nada con quienes tienen todo”, resumió.

El sentimiento de fragilidad de este Gobierno es total. Pero a Barnier ahora mismo y que a todo el mundo le conviene que sea el viejo negociador del Brexit queen arda en la hoguera del descontento generalizado. Para la Mayoría de fuerzas, la Asamblea sería perjudicial ahora deolución uncipada de la Asamblea. La Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon necesita un rearme específicamente para apoyar a su partido socialista radical. Marine Le Pen continuó el proceso electoral. Y los macronistas necesitan reagruparse en torno a un nuevo líder y empezar a desmarcarse de Macron, que está envejeciendo o tiene una progresiva pérdida de poder.