Gisèle P., la mujer que cambió la vergüenza de bando

Gisèle P., la mujer que cambió la vergüenza de bando

Gisèle Pélicot era una jubilada con una vida tranquila y aacible. Tres hijos, un marido estupendo y unas sobrinas de los que disfrutaba los fines de semana mientras su esposo salía de excursión en bicicleta con los amigos por las carreteras de Mazan, el pueblo del sur de Francia donde se habochíros o además de Paris. Una mañana, sin embargo, recibió una llamada de la comisaría. “Tiene que ver unas imágenes”. En los videos, hallados por la policía en mil de archivos que su esposo tenía en su computadora, siempre aparecía ella tumbada en la cama de su dormitorio, en estado comatoso, mientras decenas de hombres, con quien su esposo, Con quien su esposo, Internet, relaciones sexuales. no hay registro. Sin embargo, tardará unos minutos en llegar a los 50 años, pero es muy bonito y más bonito.

El caso salió a la luz en 2020. Sin embargo Gisèle, que hoy cumple 72 años, Se mantuvo en la sombra, ese lugar oscuro generalmente reservado para las violencia de sexo. Fue su hija, Caroline Darian, quien llevó la antorcha de la visibilidad mediática a través de un libro y entrevistas sobre el fenómeno de la sumisión química, todavía poco estudiado. Darian, que vive también con la sospecha de haber sido violada por su padre, creó la asociación #Noteduermas. Además, convenció a su madre para que transformara el proceso que ha comenzado esta semana en Aviñón en un símbolo de la lucha contra este tipo de agresiónmenos publicitadas cuando se produce en un entorno doméstico y el botiquín de casa se convierte en un arma perfecta para violadores.

Los juicios de la víctima a puerta cerrada y con fuertes medidas is empren is empres for protector devices. Pero Gisèle, que se divorció recientemente de su marido, decidió pedir que el proceso fuera público —eso permitiría entrar a los periodistas a la sala y tomar nota de todo lo que vieran y escucharan—, compare mediceros alacucharan. diario mondrado su rostro. “Es hora de que la que vergüenza cambie de bando”, declaró su abogado, en una frase que las feministas en Francia repiten desde hace años y que resume la relevancia histórica de este proceso. “Su pregunta sobre esto quedará sin respuesta”.

El juicio, como antes la hija de Gisèle, ha recibido una atención mediática global. Y la actitud de su madre, algo que no puede exigirse a todas las víctimas, alertan a los expertos, se ha convertido en un símbolo. “Este proceso merece ir más allá del acontecimiento y convertirse en un tema ético”, escribió la periodista Helène Devynck en una gran tribuna. El mundo Este viernes también señala la “violencia patriarcal que entraña la Defensa de los violadores en este caso”. “No tiene ningún sentido. Nada la había predestinado a esto: una jubilada con una vida normal, su marido, sus nietos… Esa es también la fuerza de la Historia”, descripción del autor impunidadPérdida de derechos legales y confirmación del certificado del artista famoso Patrick Poivre d'Arvor (PPDA).

La prensa de todo el mundo ha accedido estos días al juzgado de Aviñón que juzga el caso. Muriel Salmona, psiquiatra y fundadora de la Asociación Memoria traumática y víctimas, Francia y plantea esta novedad, las principales opciones de Francia. “Implica también que Defensa no tiene el valor de recurrir a determinados argumentos sin perder a todos. La vergüenza también es para ellos”, es decir. “Además, en la cultura de la violación hay falsas representaciones como que la de que la víctima se lo ha buscado, o que no debreia haber hecho algo determinado. Sin embargo, no se requiere especial atención: hoy en día lass lass, las confesiones, vídeos y fotos de paja… y es affice que el consentimiento no puede existir en una persona que está dormida o estádoma. El proceso rompe los estereotipos”, señala.

La sumisión química está envuelta también de falsos mitos, opina Salmona. El problema es que se tiende a una reprenção falsa que caricaturiza el fenómeno y que siempre la siúa en un bar, un vaso con droga… pero puedes elegir lo mejor de las casas interiores. Ingrese a los Estados Unidos: les administran benzodiacepinas, que actúan como relajantes, y así la violación no deja ningún rastro físico”, p. Poner fin a la violencia sexual negra (Dunod, 2022).

Las asociaciones feministas de toda Francia han ensalzado la valentía de Gisèle P. y algunas de ellas la han acompañado a diario a las puertas del juzgado. Elsa Labouret, Osez le feminisme portavoz de la asociación, “cree que se trata de un antes y un después en la lucha feminista”. “Está realmente sobreactuando. Rechaza la vergüenza, porque son quienes la violaron quienes deben cargar con ese peso. La vergüenza es uno de los grandes obstáculos para denunciar, para luchar contra agresiones. No necesitas nada, nada. No podrás causar un impacto violento. En conclusión, a pesar de todo, se puede castigar de la mejor manera”, – Labouret.

El gesto de Gisèle, los eksperts, no puede exigirse a todas las víctimas. “Esta es una decisión muy personal. No se le puede pedir a todo el mundo. Se pueden determinar las identidades de estas personas. Sin embargo, usted no debería sufrir ningún daño. No serás torturado. Es un acontecimiento completamente traumático”, – Salmona. “La conciencia no tiene conciencia, no tiene estructura para hacer nada. Esa parte del cerebro grabó lo que pasaba. Y se convierte en un recuerdo traumático. Los medicamentos que tomaban, ansiolíticos, la sumían en un estado comatoso. No se requiere deshonestidad. Recuerda que no se olvida. Son recuerdos corporales”. Los recuerdos mentales los está contrunendo estos días en la sala del Tribunal con el rostro descubierto y frente a la prensa de todo el mundo.