“El ADN no coincide. La teoría gallega, tal y como está planteada, queda descartada”. Esta es la conclusión del forense y catedrático de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Granada, José Antonio Lorente, revelada en la noche de este sábado en la emisión del documental de RTVE “Colón ADN, su verdadero origen”. Se la comunicó directamente a Eduardo Esteban, presidente de la Asociación Colón Gallego, que colaboró en la investigación y aparece en el reportaje. Según el estudio liderado por el doctor Lorente a lo largo de más de veinte años, y cuyos resultados se harán públicos en noviembre en rueda de prensa, además de publicarse en una revista científica internacional, Cristóbal Colón era de origen judío y procedía del Mediterráneo occidental, no de Génova.
Respecto a la teoría del Colón Gallego, Lorente explicó en el documental que en el análisis de los restos exhumados en San Salvador de Poio, de enterramientos de “colones” que vivieron en Poio, “no salió ningún ADN, no se pudo extraer”. Sin embargo, de los restos de un supuesto primo de Colón (Xoán Mariño de Sotomayor, fundador de Vilaxoán, y pariente por línea paterna de los Sotomayor y de Pedro Álvarez de Sotomayor, Pedro Madruga), extraídos de la iglesia de San Martiño de Fóra de Sobrán, en Vilaxoán, sí se obtuvo “un ADN de gran calidad”. Con todo, no se halló coincidencia de dicho ADN con el ADN de Cristóbal Colón ni con el de su hijo Hernando, cuyos restos presentaban un estado de conservación mucho mejor que el del descubridor de América.
En el documental emitido ayer por TVE, que narra una investigación impulsada hace 21 años por el profesor de instituto palentino Marcial Castro, se fueron explicando las 8 teorías “finalistas”, de entre 25 procedencias posibles, en esta investigación. Entre ellas, las del Colón gallego, portugués, vasco-navarro, castellano (de Guadalajara), mallorquín, genovés (la teoría más común) o judío de la antigua Sefarad, es decir, de la península ibérica, de donde fueron expulsados los judíos, por orden de los Reyes Católicos, en 1492.
La teoría del origen gallego de Cristóbal Colón ha sido desarrollada y defendida por diversos autores, entre ellos Celso García de la Riega (finales del siglo XIX), Castro Sampedro, Prudencio Otero o Enrique Zas. Incluso la célebre escritora gallega Emilia Pardo Bazán se hizo de esta teoría. En los años 70 del siglo pasado, Alfonso Philippot le dio un nuevo impulso a esta teoría, y sostuvo que Cristóbal Colón era, en realidad, el noble gallego Pedro Álvarez de Sotomayor, conocido como Pedro Madruga. Sin embargo, la historia sitúa la muerte de Pedro Madruga en 1486, por lo que no pudo haber sido el descubridor de América. Por eso, de cara a esta investigación, los miembros de la Asociación Colón Gallego han preferido no defender, a priori, y para evitar un rechazo inicial a esta teoría, que Colón pudiera haber sido Pedro Madruga.
Tras explicar sus argumentos, el programa comunica, uno a uno, los resultados negativos a los defensores de las diversas teorías. A todos menos a uno, el catalán Fracesc Albardaner, expresidente del Centre d’Estudis Colombins de Barcelona, que se lleva una alegría. Ante Albardaner, aquejado de una grave leucemia, Lorente afirma rotundamente que Colón era judío, y sitúa su origen en el Mediterráneo occidental. Albardaner recuerda que en lo que hoy es España “vivían alrededor de 200.000 judíos en la época de Colón. En la península itálica se estima que vivían tan solo entre diez y quince mil. Donde sí había una población judía mucho mayor era en Sicilia, donde vivían alrededor de 40.000. Pero recordemos que Sicilia, en la época de Colón, pertenecía a la Corona de Aragón”.
Según Albardaner, se descarta que Colón fuese genovés, puesto que “Génova había expulsado a los judíos en el siglo XII, no había ni personas, ni comunidad, ni sinagoga, ni nada de nada. Los judíos sólo podían ir a permanecer en Génova tres días para hacer negocios y luego se tenían que marchar”.
Hilando más fino, valga la expresión, Albardaner teoriza que Colón “nació en una familia de tejedores de seda de Valencia”. Añade que, en su empresa y ante los Reyes Católicos, le ayudaron dos importantes judíos, el Duque de Medinaceli y Luis de Santángel, que era como el ministro de Finanzas del rey Fernando el Católico, y que financió la expedición a las Indias de 1492. “Tuvo que ocultar su identidad porque los judíos estaban perseguidos. Muchos huyeron a Lisboa, donde Colón vivió muchos años. Y tuvo que aparentar que era católico. Pero era judío, judío de cultura, judío de religión, judío de nación aquí y sobre todo de corazón, porque este hombre rezuma judaísmo en sus escritos”, asegura en el documental.
Para descartar el origen genovés de Colón, los investigadores apuntan algo que también sostiene la teoría gallega y otras teorías españolas: las numerosas cartas que se conservan de Colón están escritas en castellano y no aparece ni una sola palabra italiana. Incluso escribía al banco de Génova en castellano.
La investigación se desplazó a Italia para tomar muestras de un centenar de varones apellidados Colombo que viven en el norte del país, entre Génova y Milán. Buscaron coincidencias en el cromosoma ‘Y’. Sin embargo, y para sorpresa de los investigadores, los Colombo italianos carecen de rasgos genéticos similares entre sí. Según Lorente, el apellido Colombo se le otorgaba en el siglo XV a los niños que eran abandonados en iglesias y conventos, algo parecido al apellido “Expósito” en España. Un apellido adjudicado a niños de las más diversas familias e ideal para alguien que quería ocultar su identidad.
Otra de las mentiras de Colón que demuestra el análisis de ADN es que Diego Colón fuera su hermano. Su parentesco era más lejano, tal vez primo segundo.
De esta forma, la teoría del Colón judío se impone, siempre según esta investigación, casi por descarte. En palabras de Regis Francisco López, director del documental de RTVE: “El ADN indica que Cristóbal Colón tuvo un origen mediterráneo, en el Mediterráneo occidental. Claro, ¿qué ocurre?. Que si en Génova no había judíos en el siglo XV, las probabilidades de que sea de ahí son mínimas. Tampoco había una gran presencia judía en el resto de la península itálica, con lo cual lo dejaríamos muy tenue. No existen teorías sólidas ni indicios claros de que Cristóbal Colón pudiera ser francés. ¿Qué nos quedaría?, el arco mediterráneo español. Las Islas Baleares y Sicilia. Pero Sicilia también sería extraño, porque si no Cristóbal Colón habría escrito con algunos rasgos italianos o del idioma siciliano, con lo cual lo más probable es que su origen esté en el arco mediterráneo español o en las Islas Baleares, que en aquella época pertenecían a la Corona de Aragón”.
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Los resultados científicos de la investigación serán presentados en noviembre, en una rueda de prensa en la Universidad de Granada, de la que es catedrático José Antonio Lorente. Además, serán publicados en una revista científica de prestigio internacional, según ha señalado el investigador. Será entonces cuando otros investigadores puedan ver el estudio, su metodología y las pruebas, y tal vez se sepa si este trabajo de más de dos décadas, y cuestionado por otros científicos, logra cambiar los libros de historia o si el origen de Colón va a seguir envuelto en eternos debates y reivindicaciones, como desde hace más de medio milenio.
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