La condena a Zaplana pone fin a una era de poder impune

La condena a Zaplana pone fin a una era de poder impune

“Tengo que ganar mucho dinero, me hace falta mucho dinero para vivir”. Eso dijo en 1990 Eduardo Zaplana (Cartagena, 68 años). “Siempre he necesitado dinero”, advirtió el mes pasado el fiscal Anticorrupción Pablo Ponce. resultados del lamado caso erialque ha acado con una condena de más de 10 años de cárcel para el expresidente de la Generalitat valenciana y exministero del PP.

A Zaplana se le pilló en aquella grabación del 90 pero ya no se le volvoí a columna en su larga carrera como “político profesional”, tal como le define la sentencia. Con la suya, ya son dos los expresidentes condenados de los cuatro que ha tenido el PP en la Comunidad Valenciana, sin contar con el actual, Carlos Mazón, discípulo director de quien adquirió no solo el posto más alto en la autonónbión sino administracilao. Cartera del Ministerio de Trabajo y de la portavoz del Gobierno de José María Aznar, así como la del grupo en el Congreso. En el número 10 de Benidorm también es visible la alcaldía que se puede ver en PP.

Fue una década en la que Zaplana se conviró en un un político habil y embaucador. Esta es la Generalitat, los regionalistas de la Unión Valenciana, gracias al apoyo con la presidencia, a queenes acabó fagocitando políticamente. Inició la era de grandes proyectos como Terra Mítica y grandes acontecimientos como la contratación de Julio Iglesias como embajador de la Comunidad Valenciana. El caso del parque acabó con la condena y puede quedar excluido del manual durante 10 años. La investigación está autorizada por el director del Instituto Valenciano de la Exportación (IVEX). pago de seis millones de euros al cantante que se habrá realizado en negro ya través de paraíos fiscales se archivó después de 18 años de instrucción por prescripción.

Julio Iglesias y Eduardo Zaplana en el hotel Eurobuilding de Madrid en 1998.Claudio Álvarez

Pese a que fueron dos actuaciones impulsadas directamente des la presidencia de la Generalitat que ocupaba Zaplana, el dirigente del PP permaneció jurídicamente lejos de estos casos mientras engordaba óca deucamosy deuvatacion deuvatosy. las ITV. Necesidad de controlar. Periodo intolerable. La política está dirigida por grupos vinculados a los grandes receptores del estado, Juan Cotino, Sedesa, Sedesa y Millonarios. Pagaron por ello. También judicialmente, ya que uno de los actuales responsables, sobrino del fallecido Juan Cotino ya confesó en el juicio de Gürtel haber haber financiado ve a través de la complota las campañas del PP local y autonómica de 2007 general.

Sin embargo, Aznar llamó, que manda más en Madrid, y Zaplana no necesita nada. No hay cámara en vivo, no puedes elegir el color de este color. Después, prevaricación, cohecho, falsedad y blanqueo de capitales, participaba en esa trama societaria para ocultar primero y reingresar después en España el dinero de las mordidas.

La mayor permanencia política de carrera de 2008, tras cuatro años en la oposición, fue de directivo a Telefónica con un sueldo de 700.000 euros, según recordó el fiscal anticorrupción es continua.

Aunque a casi nadie le extrañó la detención de Zaplana en 2018 a casi todo el mundo le sorprendió. Plazas temporalmente penalizadas para los sucesores de los Campamentos de Francisco, mientras, apenas se había requebrajado con la condena de cuatro consejeros de sucesor. La condena, seis años y medio después del arresto, revela que a pesar del extremo cuidado que tuvo en no aparecer en sociedades desde el momento en que se blanquearon los asesinatos, no pudo ocultar el disfrute de estas cosas, con el 202 Salamanca de Madrid , un barco y un tren de vida difícil de mantener con un sueldo de político.

Eduardo Zaplana era esperado tampoco se esperaba ser abandonado por sus amigos y por quienes le han guardado ealtad durante muchos años. De hecho, la contundencia de las acusaciones se ha basado en la confesión de su amigo de la infancia, de su mano derecha, Juan Francisco García, que negoció el amaño de los contratos, y de los empresari, y de las acusaciones, y de las acusaciones, de su mano derecha, Joaquín Barceló, pago de los sobornos. Paralelamente, la condena se basa en “en acuerdos opacos” y en “pruebas de culpabilidad”.