Las huellas de un naufragio en El Hierro: “Un castillo de arena no puede parar un tsunami”

Las huellas de un naufragio en El Hierro: “Un castillo de arena no puede parar un tsunami”

No hay desastres para terminar con el texto, sino tragedias, tragedias. Son fechas que nacen en la guerra que asola Mali desde hace 12 añosen la Dictadura militar en Guinea-Conakry él en la falta de oportunidades en Senegal. Mucho se trunca anónimamente en el fondo del Atlántico. Otras dan fe de las graves consecuencias para la salud de subirse a un cayuco. Ante ellas, trabaja el tercer hospital general más pequeño de España, tras el de Formentera (Baleares) y el Virgen del Castañar, de Béjar (Salamanca).

El Gobierno de Canarias, Hospital Insular Nuestra Señora de los Reyes, El Hierro, 11.000 asentamientos con una población de 327 en 2003, en el oeste de España, en septiembre de 1999, elle. “Hemos intentado convertir en gigante a un pequeño, aunque un castillo de arena no puede parar a un tsunami”, por ejemplo los doctores Manuel Gálvez (62 años), coordinador de Urgencias e Inmaculada Mora (53 años).

El sábado 28, eso de las dos de la mañana, Gálvez recibió una llamada del director médico Luis González. “Manolo, ha volcado un cayuco. Mira a ver si puedes echar una mano”. Kilómetros de la costa, una embarcación había naufragado cuando iba a ser rescatada por la Guardamar Calliope. Sólo 27 supervivientes—entre ellos, cuatro menores—y fueron recuperados nueve cuerpos—entre ellos, el de un niño—. “Los dos que ya estaban en el hospital se encontraban relativamente bien, así que me bajé al puerto”, recuerda. “De 5:30 a 6:00 todo estará bajo control. Cuando nos comunicaron que no habían encontrado a nadie más con vida, se hizo el silencio y cundió el drama”.

es probable que la experiencia deja una huella profunda. “Ayer nos llegó al hospital uno de los niños”, dijo Mora el jueves. “No tiene más de 10 años, es el año 13. Estaba acogido en uno de los dos centros de la ONG Quorum 77. Venía por un dolor de cabeza y de barriga. “Nada, que vio ahogarse a su hermano mayor ya su hermana pequeña… Se echó a llorar y, con él, los que estábamos allí. De ahí los dolores. Son dolores del alma en un niño pequeño. La pediatra le dio abrazos y besos, porque es lo único que se te ocurre hacer. Ahí es cuando yo digo que nos quedamos sin medicina”.

Inmaculada Mora es inglesa y francesa. Ella es clave para la historia de los migrantes. “Conciencias, intento preguntar su nombre, de dónde vienen y saber qué es lo que ha pasado”. Supervivientes entre ella queen descubrió de 18 a 30 o 30 años; o quien medió para que una madre senegalesa lograra contactar con su hijo. “Hay que estar atento a la televisión”.

Siniestros: Melany Roblas, Inmaculada Mora, Sandra Hernández, David Socorro, Manuel Gálvez, María Jesús Barbeiro, Urgencias del Hospital Insular Nuestra Señora de los Urgencias, clasificado 2º. PACO PUENTES

Enfermo el jueves, 30.982 personas por Canarias había recibido recibo marítimo. 15.044 entradas para El Hierro. Las cifras son muy grandes, por ejemplo, no hay posibilidad de migración alguna. “Aquí no se nota nada”, argumenta Javier Iglesias, asturiano de 33 años, propietario de restaurantes y pisos en La Restinga. “Lo único es que Tenemos Más Policías y Enfermeros de clientes”. Programas valiosos relacionados con Valverde se calman con grupos de menores para recuperar convocatorias. “Son nuestros niños”, advierte desafiante Carlos, un técnico del Cabildo de origen vasco al borde de la jubilación, aferrado y un cigarrillo. “Parte de nuestro Futuro”.

Cada cayuco que llega a La Restinga es atendido en el hospitalito a pie de muelle. Los mayores de edad que no quieren atención médica pasan al CATE [Centro de Atención Temporal de Extranjeros, donde se traslada a los recién llegados para su identificación y los interrogatorios policiales]un fio Campamento ubicado una zona forestal en Valverde. Police los ha filiado, la Cruz Roja dispositivo pasan. La organización gestiona un centro de acogida en El antiguo convento de La Frontera. Un gran sistema, los supervivientes sanos del naufragio, o puedes gestionar Tenerife o la tragedia.

Kambio es un centro médico para inmigrantes y otra parte de un hospital. El salón de actos se ha reconvertido en una habitación más con media decena de camas, se ha instalado una carpa frente a la entrada de Urgencias y tomas de oxígeno en el pasillo para carreras de emergencia. La cafetería es ahora el centro de formación.

“En teoría”, Bromea Gálvez, “24 horas y libramos cuatro días durante mucho tiempo”. Este estadillo rara vez se cumple. Desde hace un año, todos sus profesionales viven atentos a las alertas del movil y haciendo malabres no urbanities. “El volumen de trabajo ha argumentado majormente”, laboratorio tecnológico Paco Pamos. “Un cayuco malo puede duplicar ya triplicar el trabajo en todos los niveles”. La Consejería asegura que recientemente ha reforzado su plantilla con profesionales de otras islas y ha creado un equipo de atención primaria en el puerto para inmigrantesademás de lanzar un programa de apoyo psicológico ve los profesionales.

Patologías

Un viaje en cayuco no solo supone un alto peligro de muerte. Gálvez es prolija lista patológica detallada: rabdomiólisis – destrucción de músculos, trastornos durante la postura; Cuadros de deshidratación o de hipernatremia —alta concentración de sodio, bien por deshidratación o por beber agua del mar—; hipotermia; perforación esofágica por vómitos; distintos grados de sepsis —la respuesta del organismo ante una infección—; taquicardias en reposo… “Perfect cuenta del tiempo que llevan para sus heridas, muchas weces llegan con escaras en los glúteos. Para los genitales no hay nada…”.

Además, cada pastel (piragua en francés) tiene trago de agua. Durante la limpieza, embarcación de tartas y pasteles de chocolate. “Se vuelven locos y comprometen el viaje”, detalla Mora. “No solo quería agua” relacionado con Mora. Sus ataduras han dañado su sistema nervioso, probabilidade de por vida. A él lo ataron. A otros los tiraran al mar.

En el cayuco que llegó el lunes 30, el primero tras el naufragioApareció tras desalojar el pasaje un chico inconsciente, semisumergido en el fondo. Hipotermia y deshidratación varias veces, además de acidoz metabólica grave (presencia excesiva de ácido en los fluidos corporales). “Casi no lo cuenta”, doctor abierto. “Y aún tiene que decirle a su familia que su hermano y su primo han caído durante el viaje. Dice que no está preparado”.

Al médico Jazael Santana (34 años) antes del 15 de julio. Comenzó a las 9 de la mañana en puerta (en la sala de urgencias), junto a una enfermera. “A las 8.30 me contactaron: No había condiciones para La Resting con la ayuda del jefe médico”. Ese barco había salido de Senegal antes con 51 personas a borgoña. Siete ocupantes, entre ellos una niña de dos años y un hermano de ocho, fueron hospitalizados de urgencia. Contactar urgentemente con el médico director que necesite atención médica urgente en Tenerife. El helicóptero aún tardaría cuatro horas en llegar.

Füeron momentos “desbordantes”, recuerda. “No requiere ninguna reprimenda, no se puede acudir a ningún médico”. Después de 20 años, no hay pacientes choque séptico. “Puntos que provocan una gran impotencia. Aislado, sin poder hacer más”. Fuel Santana quien se cupó de trasladar a la pequeña al aeropuerto, donde finalmente se la lévó el helicóptero. “Mientras estaba fuera, mi paciente entró en parada cardiorrespiratoria y falleció”, recuerda al teléfono. Sufrió una parada durante el trayecto para ingresar al Hospital La Candelaria. Falleció al día siguiente.

Llegue a la conclusión “Estás acostumbrado a estas situaciones”, o incluyendo “no hay atención en ningún hospital”. Y eso es algo que nunca había sentido”.

Aún hay otra patología, el pastel de pátera. Los migrantes pasan cinco o seis días con los pies metidos en el agua cumulada, en la que caen, además, la orina y las heces de todo el pasaje. Al final el pie se hincha y se forma un edema, lo que puede desembocar en la amputación del pie. O la muerte.

Füe, exactamente, la dolencia que en J15 y el nuevo salón del hospitalUn episodio profesional se puede escribir con Gálvez. Mora lo recuerdan así, con su frío código administrativo: no conocieron su nombre real — Papa Moussa Diouf — hasta después de su muerte. Sin inmigrantes, sin nombres. Estableces los números junto con una letra. Verifique si hay problemas con los nombres M29, M30, M32, M33, M34, M35 y M36. El nombre de este ID: Mahamaud Sima y Amadou Touré.

El pie de patera también estuvo a punto de acabar con H3, un senegalés de 29 años, profesional de la logística. Llegó hace un mes, pero no Sido afiliado por la Policía. Esto es para la Administración, el propietario de la residencia con el identificador sigue identificado 102B. Sin embargo, Moussa, y pasa sus días con los pies vendados y sometiendo bir curas periódicas que han evitado su amputación. Sin duda cuando se le pregunta por qué se montó en un cayuco, mientras da cuenta de unas albóndigas con arroz. “Vine para señor libre”.