La mitad de los trabajadores que han sobrevivido a un cáncer les hubiera gustado poder volver de manera progresiva a su puesto de trabajo una vez finalizada la baja médica. Así lo constata el primer barómetro sobre el impacto del cáncer en el mundo laboral publicado este miércoles por la Federació Catalana d’Entitats contra el Càncer (FECEC), que también destaca la queja de una parte de los trabajadores sobre la falta de apoyo por parte de las compañías.
El colectivo de enfermos de cáncer es uno de los más predispuestos a explorar esa fórmula que planteó la ministra de Inclusión y Seguridad Social, Elma Saiz, para regular por ley el retorno progresivo de los empleados tras una baja. Una propuesta que enerva a los sindicatos, que ya han emitido sendos comunicados rechazando negociar una propuesta de este tipo al considerar que resta protección, tanto como complace a las patronales, que ven en ella una vía para reincorporar antes a sus empleados y reducir el número de horas que se dejan de trabajar. No obstante, una mayoría de enfermos de cáncer verían con buenos ojos incorporar algún tipo de fórmula de este tipo.
Según los datos recabados por la consultora GAPS para la FECEC, a través de 1.002 encuestas en línea a adultos de toda España en edad laboral, el 45% de los trabajadores que enfermaron de cáncer y luego se recuperaron y volvieron a su empleo no pudo pactar con su empresa un retorno progresivo. De estos, a la mitad le hubiera gustado. Y entre los que sí pudieron hacerlo, un 97% lo tacha de “positivo” para su entera recuperación.
Es el primer año que la Fecec publica un barómetro para medir cómo es la vuelta al trabajo de los enfermos de cáncer de toda España. El año pasado ya publicó un sondeo centrado específicamente en Catalunya, que dejó varias asignaturas pendientes que se repiten en la presente edición y mientras mejoran.
La sensación de apoyo que las empresas dan a sus empleados durante y tras la enfermedad con cáncer ha mejorado. Hace un año, el 53% de los encuestados afirmaba sentirse respaldado por su emplador y en esta edición dicho porcentaje sube hasta el 65%. También se ha reducido del 42 al 31% aquellos que opinan que la empresa no informa sobre el impacto del cáncer en su trabajo. Pero el margen de mejora es amplio. El 76% de encuestados reclama más implicación de la empresa para divulgar qué significa pasar por un proceso así y un 64% pide crear protocolos para gestionarlo y no tener que ir individualmente pactando caso a caso.
Discriminación y distanciamiento
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Padecer un cáncer es algo traumático para el enfermo y suele malmeter el ambiente en el trabajo. La mitad de las bajas médicas por este motivo no las cubre la empresa, según afirman los encuestados, lo que se traduce en más trabajo para el resto. Un 12% de los enfermos afirma notar un distanciamiento en el trato con sus compañeros y un 35% opina que no tiene las mismas oportunidades de promoción profesional que sus colegas.
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Una mayoría de trabajadores logran superar el cáncer y recuperar la vida laboral que tenían antes, hasta el punto de que dos de cada tres encuestados afirma haber vuelto al mismo puesto. No obstante, un 11% afirma haber tenido que cambiar de empleo debido a su situación de salud.
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