El fenómeno de Netflix ‘El cuerpo en llamas’, basado en el crimen de la Guardia Urbana, ha acabado en los tribunales. La exagente de la policía municipal de Barcelona Rosa Peral, condenada por este caso a 25 años de prisión, ha presentado ante el Juzgado de Primera Instancia de Vilanova i la Geltrú una demanda contra Netflix y Arcadia, la productora de la serie, al considerar que la ficción ha vulnerado su derecho al honor, a la propia imagen y a la intimidad.
Peral, representada por la abogada Núria González, también considera que la serie atenta contra los mismos derechos de su hija mayor. Por esta razón, reclama a Netflix y a la productora 30 millones de euros por los daños morales causados: más de 26’5 millones para la menor y el resto para la expolicía, que cumple condena en la cárcel de Mas d’Enric.
La demanda, a la que ha tenido acceso este diario, recoge que la serie va más allá de los hechos probados en la sentencia –a pesar de incorporar el epígrafe “basado en hechos reales”–, que fue firme en septiembre de 2021 tras la decisión del Tribunal Supremo. Peral fue condenada a 25 años por asesinar a su pareja, Pedro R., también policía del mismo cuerpo, junto a su amante, Albert López, otro exagente de la Guardia Urbana, que cumple una pena de 20 años de prisión.
En este sentido, Peral señala que “nunca fue informada ni por la productora ni por la plataforma de la realización de esta serie y que tampoco cedió sus derechos de imagen para tal fin. “Aun así, la serie recrea un personaje con el nombre real” de la sentenciada, “utilizando a una actriz para su interpretación con un parecido físico evidente”, todo ello a fin de que sea “totalmente reconocible identificable para el espectador”. En la serie también aparecen más personajes que representan a otros miembros de la familia de Peral, como su exmarido o su hija mayor, que tenía 6 años cuando ocurrieron los hechos.
Sin consentimiento
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Mantiene Peral que tampoco fue informada ni por la productora ni por la distribuidora de este extremo y que nunca dio su consentimiento para que se interpretara a su hija mayor, “completamente identificable”, puesto que ella “aparece con su nombre real en la serie”, destaca la demanda. Tras visionar la ficción, la letrada de Peral señala que el personaje de la niña “no es tangencial ni secundario, sino que representa un papel protagónico a lo largo de los ocho capítulos” y ofrece de la niña “una imagen marginal y perturbadora, que desde luego le puede influir en su entorno en la actualidad”.
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“No es solo el tiempo de aparición de la menor lo que podría socavar su derecho a la intimidad, al honor y a su propia imagen, sino las acciones que se atribuyen al personaje, desde el inicio de la serie hasta el final, todas ellas completamente falsas, pero enfocadas a que el espectador perciba y adopte que fue su declaración en algún momento del proceso judicial en el que en realidad nunca participó la principal prueba de cargo en el juicio real contra su madre”, indica la demanda.
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“Madre negligente”
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La letrada señala que ‘El cuerpo en llamas’ cuenta que el personaje de la menor le explica a su padre que ha visto a la madre manchada de sangre, un hecho que “específicamente se inadmitió como prueba por el tribunal –afirma la abogada–, pero que se da como cierto durante toda la serie”. De ahí remarca el “evidente daño psicológico, afectivo, emocional, social y hasta físico que semejante situación puede provocar en la menor”.
Además, Peral considera que la serie la presenta como “una madre negligente que no quiso ver a sus hijas durante más de dos años, y por otro, se la llega a interpretar como una mujer violenta que saca a su hija de su coche a empujones y gritos”. “Ambos extremos son completamente falsos y no aportan nada al relato ficcionado de la supuesta trama judicial que se pretendía contar”, recoge la acusación, que mantiene que son muy dañinos para las dos hijas y para Peral.
La condenada por el crimen de la Guardia Urbana recuerda que las niñas “ni participaron del proceso judicial ni mucho menos de los hechos que se relatan en la serie”. “Los creadores podrían haber explicado la misma historia sin necesidad de involucrar a la menor, cosa que se ha hecho con ánimo de hacer un producto audiovisual más atractivo para asegurar las ganancias del mismo”, mantiene. “Dicho ánimo de lucro –añade– agrava aún más la vulneración de los derechos fundamentales de la menor”.
Ficción perjudicial
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De la misma manera, la demanda también considera que la serie da por ciertos “hechos que no se ajustan a la realidad de Peral y que pertenecen a su esfera más íntima”, los cuales, utilizados de manera irreal o sujetos a la creatividad del equipo de guionistas, con el ánimo de hacer la producción más rentable, “pueden provocar para la demandante y sus hijas un enorme perjuicio presente y futuro”. Incluso, añade el texto, “pueden llegar a perjudicarla en su régimen penitenciario o en la concesión de futuros permisos”.
En este sentido, afea a la ficción que ponga “en entredicho su vida sexual de manera pública” y le dé una “connotación negativa”, inventándose los hechos para mejor acomodo del producto audiovisual. Todo ello, recoge la demanda, pueden constituir “graves faltas al honor e incluso una posible discriminación tipificada en la Ley de Libertad Sexual”.
Rechazo de medidas cautelares
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La reclamación de Peral llega después de que el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Vilanova i la Geltrú rechazase por segunda vez la petición de la condenada para que se parase la emisión de la serie en septiembre del año pasado, cuando se estrenó. La solicitud fue rechazada en un primer momento por el juzgado, pero la Audiencia de Barcelona ordenó reabrir y tramitar la causa.
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Ahora el juzgado no acepta, por segunda vez, la petición de medidas cautelares de Peral al considerar que, debido al tiempo transcurrido desde el estreno de la serie, han perdido “validez y eficacia”. La letrada de la condenada ha anunciado que recurrirá esta decisión, ya que considera que la jueza no entró a valorar el fondo de la medida ni la posible vulneración del derecho fundamental. Por eso también ha presentado la demanda contra Netflix y la productora.
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