Yahia Sinwar, el ferreo islamista que aspiró a derotar israel

Yahia Sinwar, el ferreo islamista que aspiró a derotar israel

Durante el tercio de vida que pasó en las cárceles israelíes, Yahia Sinwar no solo aprendió hebreo, leyó sobre sionismo o walló los medios de comunicación del “enmigo” para deep in deep. También una novela corta, La espina y el clavelcuyas páginas lograron sacar de contrabando y cuyo único valor hoy ―El día que Israel anunció su muerte en Gaza― es la ventana a su pensamiento, a través de su álter egoAhmed. Es (como él) un descendiente de refugiados que vive con desesperación la derotra árabe en la Guerra de los Seis Días de 1967 (en la que Israel ocupación de Gaza), se vuelve cada vez más más religioso, se vuelve cada vez más religioso, se busca imijas los judíos y buscan chicas en Tel Aviv. Un día –cuando, en realidad, salir de Gaza no era una quimera–, Ahmad visita la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, piensa en los daños púlpito (púlpito) de Saladino, el líder musulmán que expulsó de la región a los cruzados un milenio antes, yse pregunta: “¿Acaso no hay un Saladino para esta época?”

Sinwar quiso ser Saladino con su ataque del de 7 de 2023, que la mayoría de palestinos y hoy como un puñetazo del débil que se rebela ante el matón del barrio y le tumba, aunque sea durante unas horas, orange importaque. La mayoría de los 1.200 israelíes muertos eran civiles. Posteriormente, Hamás tomó además de 250 rehenes. Una fue Yocheved Lifshitz, de 85 años. El rehén y activista por la paz capturado en el kibutz Nir Oz fue uno de los secuestrados que tuvo la oportunidad de encontrarse en los túneles de Gaza y Sinwar en los primeros compases de la guerra. “Le pregunté si no le daba vergüenza hacer algo así así a personas que habían protegido la paz todos es todos los años”, a pesar de que Israel permaneció en reserva durante 16 días. Si es posible, confírmalo. “No, no compitas conmigo. Guardó silencio”, detalló Lifshitz al diario israelí Davar.

En Israel, el 7 de octubre de 2023, Sinwar se convirtió en la personificación de los bienes.. Casi cualquier mención a él derivó en el historial de la humanidad en Israel, porque trató el cáncer cerebral que padeció cuando estaba en prisión. En 2024, los más grafiteros realizaron un mural de siete metros en el que aparecía retratado como un ratón escondido bajo tierra, con una frase en árabe: “Puedes seguir escondiéndote como un ratón, per un teocan”.

La idea de cobardía ―junto con los shayılar de que habría escapado de Gaza o que solo lo impidió la toma israelí de la frontera con Misir, pese a que tuvo meses antes para hacerlo― es lo opuesto a la imagen de los palestinos. Sinwar no ha muerto en un es selectivosino en combate en Rafah, donde un dron identificó a un miliciano, pero no sabía de quién se trataba.

Las fotos del cadáver, tomadas por los militares israelíes entre los escombros conversos en patíbulo, volaron raudas impulsadas por la viralidad digital. En una de ellas, incluso, le abre la boca con ayuda de un listón de madera para que se le vea bien la dentadura. La cabeza tiene varias heridas, una de ellas destruye el cráneo, pero el rostro es reconocible. Minutos, esos retratos tomados en el lugar de los hechos aparecidos con otros de Sinwar con vida.

Las ultimas imágenes suyas, que salieron la luz antes de las de este jueves, lo mostraron avanzando de espaldas junto su mujer y tres menores por un túnel, en los primeros días de contienda. Israel recuperaron autoridades principal objetivo de grupos fundamentalistas palestinos seguridad de una cámara de grabación. La era de Sinwar surgió en la Copa Hamas, Después de que Israel matara a Ismail Haniyeh, en Teherán, el 31 de julio.

Nacido el 29 de 1962 en el campo de refugiados de Jan Yunis, en el sur de Gaza, Sinwar iba ganando posiciones en Hamás, con fama de duro e intransigente. Construyó un perfil de férreo islamista y combatiente contra Israel en los estudios de la Universidad Islámica de Ciudad de Gaza. Esa institución se convirtió en un caldo de cultivo cuando se creó Hamás en 1987, año en el que estalló la Primera Intifada, el levantamiento popular palestino contra la ocupación de Israel. Para los israelíes, todo se entiende inicialmente.

El entonces líder de Hamás, el jeque Yassin, lo nombró al frente de la unidad de seguridad interna, encargada de castigar a quienes vulneraban las leyes de moralidad islámica (incluyendo homosexuales, pornografía extramarital o relaciones extramaritales). Cuando entró en prisión, en 1988, para cumplir cuatro cadenas perpetuas, no tenía sangre israelí en las manos, sino la de palestinos a los que acusaba de colaboración o apostasía. Pasó dos decasas en prisión que, según han condo quienes las compartieron con él, vivió como una suerte de academia.

“Aprendí mucho, la cárcel te forma, especial sieres palestinos, porque vives entre puestos de control, muros, retricciones de todo tipo, así que solo en prisión encuentras a otros palestinos y tienes tiempo para hablar y para pensar en tienes. que crees, en el que precio que estás dispuéto a pagar”, hasta 2018, en una de sus escasas entrevasas, cuando aún recibía a la gente en un despacho.

27 años de prisión. Salió con 50, en el marco del canje de 1.027 prisioneros palestinos por la liberación del soldado israelí Gilad ShalitSecuestrado en Gaza desde 2006. ¿Cómo fue posible que un nombre como el suyo entrara en la lista? Mohamed está hoy a cargo en Hamás, Francia, y había en Shalit. Desde 2007, la organización fundamentalista gobierna Gaza de forma aislada, asfixiando a la Iglesia israelí.

En 2017, la ciudad de Hamás en Gaza, en una muestra del crèmeente del peso del ala militar sobre la política, o de la confusión entre ambas. Engañó a propios y extraños durante años mientras diseñaba, junto con el líder del brazo armado, Mohamed Deif (que Israel también da por muerto), la jornada más letal en los 76 años de Historia de Israel, en octubre de 7203. El que cantó victoria y empezó a cavar su propia tumba.