Los mayores temores del usuario: interferir con los parásitos, cerrar torres

Los mayores temores del usuario: interferir con los parásitos, cerrar torres

Intervinieron agentes de la Oficina de Atención al Ciudadano (OAC) de la Comisaría Integral del Distrito de Usera de la Policía Municipal de Madrid Hay productos que pesan 300 kilogramos. en un supermercado ubicado en el distrito madrileño de Useraentre los que hallaron miles de caracoles y carne de gallinas negras en mal estado, así como otras especiales ilegales a la venta por su procedencia o tamaño, ha informado a. prensa europea un portavoz del Cuerpo Local.

Durante la inspección, realizada el pasado 7 de octubre a las 11 horas en un local de la calle Nicolás Sánchez número 7, los agentes descubrieron una cantidad alarmante de alimentos no es apto para cualquier personaalgunos de los cuales representan un riesgo grave sanitario.

El hallazgo más inquietante fueron 22.000 ejemplares de un tipo de caracol conocido como Cipango paludina chinensis, comúnmente llamado 'caracol misterioso chino'. Esta especie es transmisora ​​de parásitos peligrosos para la salud humana. Estos moluscos fueron encontrados en cajas de poliestireno, cubiertas de fango, bastante de ellos muertos, y ningún tipo de tratamiento sin sanitarios, un hecho que el gerente del supermercado justificó afirmando que “en China se consume así”.

La encargada del establecimiento presentó el pasado 3 de septiembre una factura de compraventa de una especie marina denominada 'Nassarius mutabilis', que no es lettería con, que es de agua dulce, que se denomina 'Cipango paludina chinensis'. En cualquier caso, el objetivo principal de la UE es importante. de manera clandestina, vulnerando los controles aduaneros, ha detallado hoy el diario abecedario.

Además, los agentes descubrieron que el establecimiento comercializaba anchoas de solo 1 y 2 centímetros, mi por debajo del mínimo legal estáblado de 9 centímetros de venta. Estos productos presta atención a la etiqueta española, Con imágenes de azulejos, dificultan la identificación y el control sanitario.

Los Policías también hallaron en la sección de carnicería varios descongelados y vueltos. Congelar sin respetar la cadena de frío. Entre estos, se encontraron bolsas con calamares y sepias en mal estado, junto con carne de gallinas negras que aún conservaban las pumas y cabezas, sin ninguna etika de trazabilidad.

Después de la inspección, supervise las infracciones en la manipulación del producto. Con seguridad, los agentes de identificación de una unidad de pez clavo, una especie en peligro de extinción y cuya venta está está está completamente prohibida. Aunque el pez no se halló en el momento de la inspección, La etiqueta de mano sugiere su presencia reciente en las estanterías.

Accede a los artículos, destacaban también pollos congelados de plumaje negro y grandes quantitas de calamares secos, todos sin etquetado o con inscripciones incomprensibles. Finalmente, se prepararon 276 kilogramos de cultivos para su separación de plagas y realizar los correspondientes servicios.