Diez años del seuestro de Abel Diéguez durante seis días en una cuadra de cerdos: “Aún tengo pesadillas”

Diez años del seuestro de Abel Diéguez durante seis días en una cuadra de cerdos: “Aún tengo pesadillas”

Diez años del seuestro de Abel Diéguez durante seis días en una cuadra de cerdos: “Aún tengo pesadillas”

Guardado por Abel Diéguez. retenido seis días en una “cuadra de cerdos” en condiciones infrahumanas. Después de seis años de tratamiento, aún tiene pesadillas y más de una noche se levanta sobresaltado por esos recuerdos. Ponte en contacto con el programa más energético de 2014.. Básicamente les dio largo, pero más accedió y quedó con ellos.

Nada más bajar del coche, le encañoraron, le vendaron los ojos, le amordazaron y le colocaron unas abrazaderas en pies y manos. Tras una primera noche de lluvia y nieve en una casa deruida, sus captores le trasladaron después a Xar, una aldea perteneciente a la localidad de Lalín (Pontevedra).

Abel dormía en un colchón raído encima de barro, en un cutrichil sucio y maloliente, en una cuadra de cerdos. Mientras tanto, Los secuestradores pidieron 70.000 euros a una mujer Si puedes reconectarte con tu familia.

Puedes emborracharte en España

Aquí lo tienes un secuestro extorsivoPoco común en España, “exportado” de México por uno de los secuestradores, que había residido en ese país. Guardia Civil Creó un equipo conjunto conjunto conjunto conjunto conjunto conjunto la Policía Judicial de la Comandancia de A Coruña y del Grupo de Sequestros y Extorsiones de la Unidad Central Operativa (UCO).

La UCO también desplegó todos sus medios técnicos y de apoyo, porque “cada hora que pasa” la situación podía ser más crítica”Efe investigadores unno de loss investigadores. Esencial la colaboración de la mujer de Abel, que como dice el agente, “facilitó mucho nuestro trabajo porque en verdad supo muy rápido entender lo que necesitábamos de ella” y siguió las instrucciones que la dabangoost.

Era ella quien Recibí llamadas de los secuestradores. y “manejó muy bien la situación” podrán ser juzgados durante la investigación. “La localización de la era de la premisa principal de Abel, comunicada contactando con matarlo”.

“Montaban el arma en mi oído”

“Varias veces se acercaban a mí, encapuchado, y montaban el arma en mi oído”, narra. Durante el secuestro, uno de los captores se trasladó hasta el lugar donde la esposa de Abel recibía llamadas. Dejaron una carta del empleador en el buzón como prueba de vidacon la intención de que el pago del rescate se hiciera lo antes posible.

La mujer y los agentes que la apoyaban estaban en la casa, pero consiguieron que el secuestrador no se percatara. “Fue una situación complicada, porque a ver cómo le explicata a la familia que no es oportuno proceder a la detención del 'malo' porque la prioridad era la liberación de la víctima”.

For research, “anécdota” realidad es que vino bien a la investigación, porque aportó nuevos datos y permitió que, tras seis noches de cautiveriola Unidad Especial de Intervención (UEI) de la Guardia Civil entrara y Abel estaba retenido y lo libarara.

Ocho personas fueron detenidas, dos de ellas los propietarios de la casa donde estuvo detenido Abel y los ocho fueron condenados en 2016 por la Audiencia Provincial de A Coruña a seis a doce años y medio de seis a doce años y medio de seis a años y medio detenidas en 2016 hasta 200.000 euros.

Diez años de pesadillas, burlas y muy poca vida social.

Abel el secuestrador factura le ha pasado. No solo ha tenido que estar seis años medicándose, sino que las pesadillas de esos crueles seis días le sobresaltan aún por las noches.

También a nivel social ha padecido y padece las consecuencias de su seuestro. Cuenta a Efe que aún sufre algunas “burlas” de sus convecinos“malas caras” o “miradas como dicento 'algo habrá hecho este'”. O cuando le dicen en tono irónico: “Qué poco valias, 70.000 euros”. Y hay quien le ha llegado a decir que el secuestro había sido obra de “cuatro paletos”.

“El próximo no es social. Han sido años de malvivir, de salir muy pocode no relacionarme apenas, muy recluido en casa, evdentamente con pérdidas de la capacidad de negocio por miedo a que vuelva a pasar”, continúa.

Su negocio ha mermado, pero sobrive.

Económicamente, su negocio “ha mermado mucho”, pero sobrevivre, recalca. Hay una planta en Galicia e, incluso, de España, pero le gusta su país. Intentado cambiar también, conotras ideas del sector según cualquier situación, pero no es necesario.

Abel le cuesta superarlo. “Después de todo, nunca te levantas sobresaltado y con pesadillas por cosas que pasaron allí y que están ahí en mi mente y no se van. De hecho -prosigue-, tiene más de 12 años en 2020. Sin embargo, de 84 kilogramos a 100 kilogramos”.

12 años a 9 años. Los dos saben lo que le pasó a su padre y de vez en cuando le preguntan por esos días.

Representante permanente de la Guardia Civil

Abel situa a la Guardia Civil, con la que la otra cara de la moneda mantenerse en contacto. Researchers, intervinieron e, incluso, con los agentes que a lo lago de estos años se han ido incorporando a las unidades que acabaron con su secuestro.

“Se han involucrado mucho conmigo y con mi familia. Al margen de los cuatro que somos en casa, de mis suegros y de la familia más cercana, en estos años ha sido sin duda la Guardia Civil la parte más humana que hemos tenido. Son los únicos que nos entienden, que comprenden lo mal que lo pasamos y lo estamos pasando aún”, subrayó.

Bu Abel y su familia se sienten muy apoyados por ese cuerpo. Este mismo año, él y su familia fueron invita a un visitante a la instalación la UCO en Madrid. “No hay nada que le impresione“, zar emotinado el empresario, porque le “toca muy hondo” cuando habla de los agentes que le le le liberaron.