La crisis migratoria que vive Canarias desde el verano pasado está suponiendo un esfuerzo para el sistema sanitario, que está sacando músculo, tanto financiero como de recursos humanos, para atender a quienes llegan a las costas isleñas a bordo de cayucos y pateras. En el primer semestre del año, Canarias destinó 9,35 millones de euros a la asistencia sanitaria de migrantes. Esta cifra duplica el importe que se invirtió durante el mismo periodo de 2023 y supone el 0,43% del presupuesto total del Servicio Canario de Salud (SCS) entre enero y junio. Como es habitual en la ruta canaria, las condiciones meteorológicas en el mar mejorarán en las próximas semanas, con lo que se producirá un más que previsible aumento en el número de llegadas de embarcaciones precarias desde las costas africanas. Por esto, la Consejería de Sanidad estima que, a 31 de diciembre, el monto destinado a la atención de migrantes podría situarse entre los 26 y los 30 millones de euros.
A pesar de que las competencias en migraciones son estatales y labores como la asistencia sanitaria, la retirada de cayucos de los puertos o los entierros de los fallecidos deberían correr a cargo del Gobierno central, el Archipiélago no recibe ningún tipo de ayuda económica para hacer frente a los gastos derivados de la gestión de la crisis migratoria. Por esto, desde la Consejería de Sanidad se ha solicitado reiteradamente al Gobierno de España una compensación con financiación extra para sufragar el gasto que asumen las arcas de la comunidad autónoma.
La consejera de Sanidad, Esther Monzón, en cada reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, ha puesto sobre la mesa la necesidad de que el Ministerio de Sanidad, dirigido por Mónica García, se implique más en la gestión sanitaria de los migrantes y medie con el Gobierno de España para dotar a Canarias de inversión y recursos. Aun así, el Ministerio nunca ha dado respuesta a esta demanda. A pesar de que desde Madrid desoyen reiteradamente las peticiones de ayuda, el Servicio Canario de la Salud continúa ofreciendo asistencia sanitaria a las personas que llegan en cayuco, destinando profesionales, infraestructuras y recursos económicos para asistirles con responsabilidad.
El Hierro sufre la mayor presión sanitaria
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La isla que ha destinado un mayor importe es Gran Canaria, con algo más de 5 millones de euros, un 64,1% más que en el mismo periodo de 2023. Le sigue Tenerife, donde se ha triplicado el gasto del año anterior, rozando los 3 millones de euros. Si bien, la isla que ha sufrido mayor presión sanitaria con respecto al primer semestre del anterior ejercicio es El Hierro, donde pasaron de apenas 4.921 euros a 915.441 euros de gasto, lo que supone un incremento del 18.502%. Así, la isla del Meridiano ha tenido que sobredimensionar sus recursos sanitarios para poder ofrecer ayuda médica y humanitaria a quienes llegan en cayuco a sus costas. En el lado contrario de la balanza están Fuerteventura y Lanzarote, donde se redujo el flujo de llegadas y, por tanto, las necesidades sanitarias de los migrantes.
Entre enero y junio de 2024, llegaron a las Islas 19.257 personas a bordo de barquillas precarias y, precisamente, fue El Hierro la que más migrantes recibió, siguiendo la tendencia que se marcó en el segundo semestre del año pasado. Solo en enero y febrero se registraron 11.932 llegadas, un dato excepcional para esos meses, en los que habitualmente no hay movimiento en la ruta canaria, pues las condiciones del mar dificultan la navegación y hacen más peligrosa la travesía desde la costa africana.
Canarias ha destinado este año una media mensual de 1,5 millones de euros a la asistencia sanitaria de los migrantes. Precisamente, los meses de enero y febrero fueron en los que el gasto fue más elevado, superando los 1,6 millones, seguido de mayo. En el incremento del gasto sanitario no solo influyó el elevado número de llegadas, sino las delicadas condiciones de salud en las que los migrantes fueron rescatados debido a la dureza del viaje en unos meses en los que el mar no está en calma.
El pido migratorio de este año es tan elevado que en siete meses, de enero a julio, se habían destinado 11,6 millones de euros en la atención sanitaria de las personas que llegan de forma irregular en cayuco a las Islas. Para llegar a una cifra similar en 2023 hubo que esperar hasta noviembre, cuando se rozaron los 12,5 millones.
Deshidratación e hipotermia
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El problema no solo radica en el factor económico, sino en la presión que añade el fenómeno migratorio a la sanidad canaria. Monzón también ha solicitado a la ministra de Sanidad que derive a Canarias profesionales de cualquier fuerza de seguridad del Estado o incluso militares, pues los médicos y enfermeros de las Islas ya están tensionados con la atención de la población del Archipiélago. El fenómeno migratorio está obligando a derivar a médicos especialistas a la atención de migrantes, lo que se suma a la falta de profesionales en el sector sanitario. Desde las Islas también se ha instado al Ejecutivo central a reforzar el convenio con Cruz Roja, que ofrece una primera asistencia sanitaria a los migrantes nada más llegar al muelle.
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El SCS ha creado un protocolo específico para la atención sanitaria de los migrantes en situación irregular, tanto en su llegada a la costa como en los centros de acogida. También se contempla la posibilidad de que sean derivados a los centros hospitalarios cuando requieren un abordaje especializado de su salud, pues presentan una parada cardiorrespiratoria, sufren una hipotermia severa, están deshidratados, tienen lesiones traumatológicas, son mujeres gestantes o niños menores de dos años.
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